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Biografía realizada por el escritor Manuel Froger

De repente hay tanto por escribir…

Y. de l´Avouillette se debía dedicar un día a la pintura… No porque hubiera de haber seguido los designios de una especie de código genético sino por su sed de curiosidad, su amor a la gente y su sentido de la observación que no podían hacer otra cosa que empujarle a expresar en la tela sus emociones, sus sensaciones,… en una palabra: “su pasión”.

Su sed de vida y su curiosidad le empujaron a ejercer diferente oficios, desde el mundo del calzado al de la peluquería, terminando después su carrera profesional en los sectores de la formación y del desarrollo personal.

Durante este recorrido, se impregna de un profundo sentido de humanismo y forja una voluntad obstinada en acercarse a la gente, hablar con ellos para comprenderles mejor, y entender su día a día. Se queda visceralmente fascinado por los inventores y, en general, por todos aquellos que ven el mundo de una manera diferente. La amistad no es una palabra en vano en su casa, y muestra un eterno optimismo ante cualquier circunstancia. Espontáneo y entero, nunca deja a nadie indiferente.

Es imposible enumerar todas las fuentes de inspiración puesto que éstas son muy numerosas: al conocer a alguien, al visitar un sitio, al escuchar un sonido… los elementos fueron propicios para que se cocinara un espíritu, afortunadamente compulsivo, que nunca tiene suficiente tiempo para concretar todas sus inquietudes. La música, el deporte, la gastronomía, los viajes que a su vez pudieron también dar lugar a alguno de los proyectos y a hacer saltar alguna nueva idea, o quizás, simplemente a ampliar la larga lista de deseos inalcanzados.

Y. de l´Avouillette ha realizado muchos bocetos de numerosas caras con un simple lápiz. Habiendo llegado hoy a su madurez, impresiona por su maestría con la pintura acrílica al servicio de su intuición desbordante, que se centra en la creación de motivos abstractos entre los que a veces se entrevé su pasado figurativo.

Desde que en el año 2001 participara en unas jornadas de pintura, el relucientemente nuevo caballete se instalaría tímidamente a orillas del rio Loira gracias a los consejos de un amigo pintor…
De hecho aún hoy ignora que gracias a dicha ubicación había dado comienzo la aventura más grande su vida, y que ello le llevaría hacia espacios introspectivos que habían permanecido inexplorados hasta aquel entonces. Y es en ese momento, sin duda, cuando da comienzo su recorrido iniciático así como el aprendizaje de las diferentes técnicas que le permitirán, a fecha de hoy, tener una visión clara y precisa del estetismo, así como de adquirir la capacidad de impregnar de alma a cada una de sus creaciones.

Cada vez que dialoguéis con Y. de l´Avouillette os vendrá a explicar, de la manera más formal del mundo, que la pintura es para él un modo de expresión, de evasión, y de compartir…. ¿Podría decir él otra cosa?

La verdad se puede encontrar sobre todo en boca de aquellos que han visto sus exposiciones o han comprado una de sus pinturas: Ser propietario de un cuadro de Y. de l´Auvouillette no es adquirir una de sus obras, es contribuir a materializar un poco de sí mismo. En efecto, no encontrareis en su arte ni el menor rastro de existencialismo, ni el menor mensaje político, ni ninguna agonía traumática… Su pulso creador, muy decorativo, estructura sus telas para que surjan composiciones audaces, teñidas de oximorones, y de reminiscencias coloreadas que transportan inexorablemente al espectador a un estado entre el sueño y la realidad.

La pintura de Y. de l´Avouillette es profundamente gesticular, espontánea, y viene dictada por su instinto y su pasión…. Por tanto no ha de extrañar que para satisfacer la demanda de un comprador, y atender a sus deseos, él venga a proponer que se aclaren los tonos o que se añadan tal y tal elemento con diferentes materias y formas: ¡Y. de l´Avouillette simplemente quiere dar placer y hacerles felices!

Y. de l´Avouillette realiza exposiciones de pintura con regularidad. ¡No duden en acercarse a él!. Más allá del descubrimiento de su universo y de sus obras, tendrán un encuentro que no olvidarán fácilmente…